Enfrentando la Angustia – Parte 5

Muy buenos días amada familia, amigos y discípulos de Cristo; terminamos nuestra semana devocional reconociendo y enfrentando estas emociones negativas q nos llevan a angustia y desesperación, pero que confesando la gloriosa Palabra de Poder y de Fe, e invocando en nombre que es sobre todo nombre, siempre podremos superar, pues nuestro Señor y Salvador están con nosotros y por nosotros:

“Entonces oró Jonás a Jehová su Dios desde el vientre del pez, y dijo: Invoqué en mi angustia a Jehová, y él me oyó” Jonás 2:1

Cuando leemos la historia de Jonás, vemos que éste era un profeta (voz De Dios para su Pueblo), y había huido en desobediencia de Dios en un barco, allí había dormido, y había hablado con los marineros, pero es sólo hasta este versículo ahora vemos que ora. Por supuesto no se ora cuando se “huye de su presencia”. …A veces el creyente no ora, porque “huye De Dios”, pues sabe que el Señor le recordará cuál es su voluntad perfecta… y nunca nos gusta reconocer nuestros errores, caídas y pecados, nos gusta disfrazar y justificar nuestras desobedecías, minimizando cada acción y su correspondiente reacción.

En cualquier sitio que nos imaginemos, podemos orar, pero nadie planearía hacerlo en el vientre de un “gran pez”… Pero éste fue el escenario que le tocó a Jonás al desobedecer a Dios, el mensajero del Señor había emprendido “su propio camino a Tarsis”, contrario al mandato De Dios que era llevar el mensaje a la ciudad de Ninive y fue así como terminó dentro del pez que Jehová tenía preparado para que lo tragase…. Mis amados amigos y discípulos de Cristo: Muchas veces nosotros, habiendo tenido la oportunidad de orar en un hermoso y cómodo escenario, terminamos orando desde la “crisis o el dolor”…
Jonás invoca a Dios en medio de la angustia, del dolor, de la desesperación y fueron estas condiciones las que lo llevaron a orar, a clamar a Dios, reconociendo su condición de desobediencia y pecado.

La verdad es que muchas veces, sólo nos volvemos a la oración cuando la angustia, crisis o dificultad llega a nosotros… PERO que hermosa es la frase la que Jonás escribe: “y él me oyó”!!! Hoy determinante en esa frase, ésa es la esperanza que alimenta nuestra fe, saber que en el templo, en la calle, caminando o huyendo, podemos elevar nuestra oración sincera, sencilla, desde un corazón contrito y humillado que alza sus ojos al cielo y que se vuelve a Dios, y será oída por el Señor.

La respuesta de Dios no es en vano, su misericordia se manifiesta según su propósito: en este caso, enseñar a Jonás y salvar a los ninivitas de su inminente destrucción decretada por Dios… Muchas veces invocamos a Dios desde la angustia, como consecuencia de nuestras malas decisiones, pero si lo hacemos con un corazón que se vuelve a Él, Dios nos oye y responde, organizando todo de acuerdo a su voluntad perfecta y agradable y su amor misericordia y poder. Aleluyah!!!

Amado Dios y Padre de bondad, gracia y poder, en esta mañana q se levanta invocamos tu nombre que es sobre todo nombre, tu nombre relájate del cual toda rodilla se dobla y toda lengua confiesa que eres Dios, nuestro salvador para honra y gloria De Dios Padre, Padre Amado sé que la desobediencia y su pecado como consecuencia me llevan a vivir como si estuviese en el vientre de un pez, rodeado de las aguas y el abismo hasta lo más profundos de mi alma, como si la tierra echara sus cerrojos sobre mí para siempre; por tanto Señor obedeceré tu Palabra y tus mandaros sin titubear, sin preguntas, sin cuestiones, pues solo tú tienes razones y planes más altos que los míos, haré lo que tú quieras que haga e iré a donde tú quieras que vaya, diré lo que tú quieras que diga y así honraré con mi vida y mi testimonio, ese regalo de salvación que me has dado en Cristo Jesús!!! Te amo Señor… Amen amen. 🦁🦁🦁

Prof Claudia León
MARANATHA

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